Encontrando una cadencia intercultural

Encontrar implica buscar, ya sea con respuestas satisfactorias o no tanto. Una cadencia es una armonía. Hoy en día la interculturalidad se denota como algo latente en nuestro entendimiento del mundo. Busco encontrar una perspectiva latente y armónica.

Tuesday, July 15, 2008

Jale y empuje

Antes era muy emocionante encontrarse a un compatriota viviendo o paseándose en el extranjero. Era la emoción de una misma lengua, el compartir experiencias similares, el reírse de las mismas cosas, pasarse un buen rato.
Ahora, cuando una se encuentra a un compatriota, hay que tener cuidado. Primero, a ver la reacción del comparsa cuando una explica de qué parte de la Madre Patria se es. Segundo, ya que una vez mas se han traído a flote las diferencias y hecho bromas, se pregunta en que trabajas, que haces aquí, etc., uno mueve la cabeza en aprobación y tercero, o se sale a tomarse una chela, o se cambian números telefónicos para "a ver si salimos un día, no wey?".
Yo no se si es por el hecho de que, además de ser mujer, mi físico no es el típico nacional, tengo muchos problemas de adaptación en el circulo de los compatriotas residiendo en el extranjero. No se poner bien el dedo sobre lo que me hace sentir diferente de mis comparsas o sobre que es lo que ellos ven de diferente en mi, pero si me ha acarreado un poco de extrañeza.
Una vez me vi en la situación en la que el tipo se negó a creerme del todo cuando le conté mi origen y empezó a platicar con su amigo sobre si yo era material correcto para calentarle la cama. Luego se tomaron la libertad de decirme que decidieron no sacarme a tomar un trago porque “you are not a nice person”. Como si me hubiera sentido muy ofendida. Herida sí por la negación de mi origen, pero eso se me quitó en un momento, pues el tipo tenía la mirada pasiva de un pendejo.
Por otro lado tuve la grandiosa oportunidad de conocer a AR, quien más o menos sentía la misma aversión a conocer compatriotas. Al principio los dos no estábamos muy emocionados de habernos conocido, pero terminamos compartiendo cosas muy agradables y disfrutando de grandes risotadas, confesiones, pensamientos y experiencias.
Para culminar con nuestras experiencias con compatriotas, conocimos a otro, que es de una región que culmina a la trinidad urbana de la Madre Patria. AR y yo nos equivocamos en nuestro juicio, resulto ser, en palabras de AR, “un tipo sin cargos de conciencia por prácticas capitalistas y destruye-empleos”. Luego que nos echó en cara no seguirlo a una disco, decidimos AR y yo, que nuestra búsqueda para completar el trío sigue en pie.
Me he preguntado que es lo que nos hace tan diferentes a los compatriotas entre nosotros. Mis amistades con los originarios de allá o son excelentes o simplemente no existen. Unos compatriotas en el extranjero hacen lo posible para ayudar a salir adelante a la Madre Patria, otros son felices de olvidar de donde vienen. Eso es un rasgo muy humano, pero se ve muy claramente en el compatriota. Son muy internacionales, pero dentro de su Patria no les preocupa en lo mas mínimo el colonialismo que todavía reside. Es ignorancia mezclada con pedantería. Yo, por mi lado, he llegado a la conclusión, de que cuando se conoce a un compatriota, no hay que verlo como tal. Hay que mejor verlo como una persona con quien potencialmente se pueden compartir cosas que van mas allá de la lengua, puede uno sumergirse en un mundo conocido para los dos, reírse de las cosas mas banales, disfrutar del lado humano de la vida sin pretender ser quien no se es. Cuando se conoce a alguien con quien sí se puede hacer, ni siquiera las palabras “jale” y “empuje” abrirán las puertas a tantas cosas como las puede una nueva amistad.

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